
La tempestad de tu mar
siempre me calma,
pues se lleva embravecida las piedras
que hay en el alma,
y se traga las playas de arena
y en su locura,
de salvaje se pinta la cara
de la amargura;
la tempestad de tu mar mientras paseo,
suena fuerte y se lleva los gritos
de mi cabeza,
la tempestad de tu mar pinta de espuma
la balada que trae al chocar con las rocas, la luna
va a vestirse de gala esta noche
a la una
yo la espero llegar mientras miro
tu tempestad…
y la calma me invade a tu lado,
una vez más.