Recuerdos… De aquellas maravillosas Semanas Santas

Y había un patio que revosaba de macetas,
amaneceres que te tiraban de la cama,
unas mañanas llenas de juegos,
tardes de café
y olor a incienso en la ventana;

y había un reloj que se dormía antes de las tres mientras de niña esperaba la madrugada,
y unos churros calentitos bien temprano
mientras pasaba la Esperanza;

y había una mesa y una sonrisa
que a todos siempre nos esperaba,
y un gitanito de pelo largo
que las penas nos quitaba…

Mi infancia eran las calles de Jerez
cuando llegaba Semana Santa,
hoy miro al cielo y sé que nunca volveré
a tener Semana Santa más sagrada.