Necesito un trago contigo mano a mano,
que el levante me despeine en tu Caleta,
recorrerte despacito y que mis pasos
se detengan en tu templo de poetas;
necesito renacer junto a tus olas
mientras huele a sal y a mar en cada puerta
una puesta de sol tuya, una mirada, una sonrisa,
papelillos de colores en la acera;
necesito otra vez más un beso tuyo
y ese guiño que canalla me recuerda
que la vida son dos días y pasan pronto
y por eso hay que cantar hasta que duela.