Dos amores

Me he enamorado de nuevo
cuando moría de amor,
ahora tengo dos amores
dentro de mi corazón.

Una alegre primavera,
la otra, verano de sol,
una, la risa alocada
la otra, ternura y calor.

Abril el loco pasaba
cuando tus ojos al son
de lluvias de primavera,
se abrían como una flor;

y junio de azul templado
se acababa entre color
cuando tus manos llegaron
a agarrarme sin temor.

Dos veces quedé temblando,
anestesiada de amor,
desnuda, sin saber nada,
renaciendo entre dolor;

y conseguisteis dos veces
agrandar el corazón
y ya no hay días, ni noches,
sólo estáis vosotras dos
agarradas de mis manos,
entonando una canción.

¿Sobreviviré?

Se rompió la red, vuelvo a caer,

miles de cristales me cortan,

estoy en el punto de mira

de ametralladoras que me apuntan

y no se porqué.

 

El mundo bajo mis pies se abre.

¿ahora qué?

el futuro se desvanece

y yo no sé que hacer.

 

Los sueños se me escapan de las manos,

mis ojos ya no ven,

lágrimas que podrían llenar océanos,

pies que no se pueden mover,

el miedo los paraliza…

¿Qué podría hacer?

 

¿Y si no puedo dejar de quererte?

¿Sobreviviré?

Eterna oscuridad que me envuelve…

 

Supongo que «si no fue, es porque no tenía que ser». Solo queda asumirlo…

y caminar, otra vez.

 

Colaboración de Inma Villalobos Pérez

Traéte

Tráete amaneceres a mi ventana,
como los que traen tus ojos
cuando la noche se apaga;

trae lluvia de abril, fresca lluvia de abril
a mis manos,
como la que traen tus dedos
a los míos entrelazados,
como la que moja mi cara
y la despierta del letargo;

trae la brisa de verano al mes de agosto,
a cada día acalorado,
brisa que apague el fuego que me quema
cuando tú estás a mi lado,
la brisa que me calma y me sosiega
traéte, de tu mano.

Salvarme en tu mirada. Colaboración en Poémame

Hola a todos!! En estos días he retomado mis colaboraciones con Poémame. Quiero compartir con vosotros el primer poema que he publicado con ellos. Espero que os guste 🙂

Romper con todo de un plumazo,
como un jarro de agua fría que se cae
y se quiebra en mil pedazos.

Encontrar la nada de repente,
nada que decir, nada ya que hacer,
nada que explicar, nada que entender.

Recoger, no volver.
Apagar la luz para no encender.

Resquebrajarse,
casi caerse y levantarse.

Mirar tus pies,
saber que deben seguir dando pasos,
pero, ¿a dónde, cómo y por qué?

Pisotear la lágrima que ha caído al suelo,
sacar un pañuelo, secar la que viene.

Contenerte,
para que nadie te vea agachar la cabeza
y sentir que te pesa ya hasta el alma.

Mirarla a los ojos, sonreír
y parecer de repente que no pasa nada.
Esa… y mil formas de salvarme en tu mirada.

Podéis ver y votar aquí el poema en Poémame

Amor infinito

…A ti…siempre a ti…siempre tú…

 

Me has vuelto a pintar el mundo

de colores infinitos,

de amaneceres sin nombre

de estrellas, de muñequitos,

 

y me enseñas a ir despacio,

a parar el tiempo, a cantar bajito,

a caminar de otra forma,

a ver los días más bonitos;

 

has despertado mis sueños

y hoy quiero soñar contigo,

trajiste la primavera

atadita a tus deditos;

 

tu sonrisa enseñó al alma

esa magia y ese ritmo

que se han colado en tus ojos

como la mar, azulitos;

 

y he descubierto contigo

un querer tan puro y limpio

que no habrá ya en este mundo

otro amor tan infinito.

Amor platónico

La luna a sus pies dormía
cuando el sol se desnudaba,
no era noche, ni era día
en el fondo de su alma;

las estrellas se morían,
el susurro despertaba,
su corazón de alegría
ardía al verla, triste, en llamas;

su caminar parecía
que rompía la mañana,
él la miraba, de lejos,
a oscuras desde su cama;

tan elegante y risueña,
con su mochila a la espalda,
ella, cargada de sueños,
él, con la calle por casa,
como podrían ni siquiera
cruzarse un día las miradas;

un año con 7 días
desde que vio, desolada
a aquella joven perdida
llegar un día a la parada,

ahora siempre sonreía,
la vida la despertaba,
él, sin embargo, moría
poco a poco con las ganas…

Y una mañana embustera
dejó de ver su mirada,
mientras pasaban los días
el alma se marchitaba.

7 años con un día,
neumonías a la espalda,
juventud que se perdía
y vida que se apagaba…
Un hospital, el infierno…
de nuevo, aquella mirada.