Café

Yo ya no sé si soy yo
o si ahora soy yo sin alas,
o si nunca tuve alas,
o me olvidé de soñar;

quizás el tiempo dirá
si estas letras que ahora escribo
son reflejo de un suspiro
de un día duro que se va,
o son reflejo de un alma
que de verdad ya no sabe
lo que ha sido de mentira
o lo que ha sido verdad;

el camino está borroso,
los zapatos desgastados
y van pesando los años
y es tarde para empezar
y se cortan las palabras
de repente, sin pensarlo,
el poema queda a medias
no se vuelve a retomar…

Y de repente las letras
que salen de mis entrañas
igual que se han ido, vienen,
y me vuelven a calmar…

El día ya ha amanecido
y otra noche no he dormido,
el amor me roba el sueño
y me ayuda a despertar,

los pensamientos se marchan
y miro tras la ventana
y con un café en la mano
me levantó y vuelvo a andar;

es la vida, son los días,
aún cansados y con dudas
tenemos que caminar
pues no hay regalo más bello
que, otro día, despertar…

El reloj

Había un viejo reloj que sonaba como antaño,
el tic tac que iba midiendo el pasar del tiempo,
yo sentía todo el tiempo que habían robado
una parte de mi con aquel beso;

y, entre besos, el tic tac seguía sonando,
y sonaba el mismo son, pero de lejos,
y así, lejos, habían quedado madrugadas
que mendigaban «te quieros».

Hoy corría otro tic tac, aun más deprisa,
que entre risas trajo un día nuevos sueños,
pero aquel tic tac lejano perseguía
aún los días
y exiliados los recuerdos se perdían
y volvían aquella noche en que me acerqué al tictac…

Y me dijo otro tictac…
sigo corriendo…

Suave otoño

Y este sol que decidió quedarse
a vivir en estas playas,
roba el abrigo al invierno
que se asoma a la ventana;

la luna que se ha quedado
a recibir la mañana,
y yo deambulo en silencio
por las aceras mojadas;

y aunque se acerca el invierno
a tus playas soleadas…
este suave otoño vive
en el fondo de mi alma.

Cumpleaños

Nació del paso del tiempo avasallado, de los recuerdos y amores perdidos. Saldó la deuda de mi alma con mi tacita. Tapó la desilusión y encendió antorchas para seguir adelante. Fue un sueño cumplido a trompicones. Compartió mi interior con mi otra vida. Vino en plena pandemia con las alas atadas y aún así, ha sabido volar libre, casi sólo. Ha llegado a las manos de algunos de los que inspiraron sus versos. Se ha pintado de colores y serpentinas en días grises. Va caminando poquito a poco, entre líneas, y hoy cumple un año… #EternoFebrero, mi eterno Febrero que siempre suena a coplas y a poesía. Tú, y unos versos… A veces es todo lo que necesito…

RESISTE

Imagen: Europa Press

Alza tus manos de nuevo
y lucha, como un día fuiste
y grita de enfado e ira,
Cádiz, resiste.

Que un día fuiste caballero
de escudo y batallas grises
y peleaste como nunca
Cádiz, resiste.

Siempre callada en el sur
pandereta y risas tristes
renace de tus cenizas
Cádiz, resiste.

Tu bandera por bandera
las lecciones que nos diste
que se bajen de las tablas
Cádiz, resiste.

Con tu pan, que no se juegue
protege a quien protegiste
a tu gente, tus derechos
Cádiz, resiste.

Y da alas a este mundo
que se hunde…
RESISTE

Hay muchas formas de luchar, cada uno lucha como puede, y yo lucho con mis palabras. En apoyo a todos esos trabajadores de Cádiz (y de todo el mundo aunque centralice estos versos en mi tierra) que luchan por sus derechos.

Tus ojos

Azul de cielo en tus ojos,
que me roban la mirada,
sonrisa eterna en tus labios,
que se clava en mis entrañas,
y esos brazos…
esos brazos que me atrapan.

Si me faltas, vida mía, se va contigo la magia,
por eso puedes llevarte mis noches y mis mañanas,
pues ya no hay días sin ti
ni despertar sin la calma
de tenerte aquí a mi vera
y hablarte, ya sin palabras.

Azul de cielo en tus ojos
que me roban la mirada
y te llevaste por siempre
mi corazón y mi alma.

La tempestad de tu mar

La tempestad de tu mar
siempre me calma,
pues se lleva embravecida las piedras
que hay en el alma,

y se traga las playas de arena
y en su locura,
de salvaje se pinta la cara
de la amargura;

la tempestad de tu mar mientras paseo,
suena fuerte y se lleva los gritos
de mi cabeza,

la tempestad de tu mar pinta de espuma
la balada que trae al chocar con las rocas, la luna
va a vestirse de gala esta noche
a la una
yo la espero llegar mientras miro
tu tempestad…

y la calma me invade a tu lado,
una vez más.

#DíaDeLasBibliotecas

Ayer se celebraba el Día de las Bibliotecas y este fue mi especial homenaje en redes a estos lugares mágicos donde todo es posible. La imagen es de un buena amiga, Lourdes Galindo, que quiso prestar su pluma para completar estos versos. Hoy los comparto por aquí, y lo hago hoy no porque vaya un día tarde, sino porque el día de las bibliotecas, de los libros, de la lectura, de la cultura, del arte en general, debieran ser todos. ¡¡Espero que os guste!!

Hojas de otoño

Las hojas se amontonan en la acera,
como los recuerdos,
como las veces que te caes y te levantas,
como los pasados sueños,

miran arriba y esperan
que otras sigan cayendo,
como las lágrimas cuando pintan
de cristalino los besos;

y se amontonan con ellas
mis días de abrazos y de “te quieros”
que no quisiera que acaben
aunque sé que corre el tiempo;

y las hojas se amontonan en la acera
para esperar el invierno,
aquí el sol aún sonríe
en este otoño…silencio.

Te contaré

Adora tu inocencia ensimismada con los libros. Adoro el azul de tus ojos reflejado en las portadas. Adoro tus pasos rompiendo el silencio de una biblioteca, y tus manos, toqueteando las historias con las que abrimos las noches… y cerramos los ojos.

Pero ese día, ese día adoraba tu mano atada a la mía con tu libro de princesas en la otra. Yo, con él mío entre las manos, caminaba en silencio, con el aroma a libro nuevo entre las calles y mi sueño en el bolsillo, que ahora era más grande de lo que nunca había soñado, porque estabas tú en él…

Algún día, pensé, te contaré que viviste un sueño conmigo, y que nunca hubiese imaginado una persona mejor para vivir ese momento. Te contaré que los libros que leemos cada noche, te dan alas, que las letras, te hacen libre. Te contaré que la imaginación no tiene límites, y que todo lo que existe fue imaginado primero y que eso, también está en los libros.

Algún día te contaré que fuiste la inspiración de muchas letras y el insomnio que robó otras. Te hablaré de mis sueños para que aprendas a soñar los tuyos, y te diré que algunos pueden cumplirse si te esfuerzas. Algún día, entenderás que en este mundo de magia y fantasía en el que vives con tus libros e historias, está el mío, que en ese preciso lugar he estado siempre, hasta cuando creía que me marchaba.

Pero mientras, mientras ese día llega, seguiremos navegando en este mundo mágico que nos descubren los libros, tu con los tuyos y yo…con los míos. Pero siempre juntas, como las letras.