
Yo ya no sé si soy yo
o si ahora soy yo sin alas,
o si nunca tuve alas,
o me olvidé de soñar;
quizás el tiempo dirá
si estas letras que ahora escribo
son reflejo de un suspiro
de un día duro que se va,
o son reflejo de un alma
que de verdad ya no sabe
lo que ha sido de mentira
o lo que ha sido verdad;
el camino está borroso,
los zapatos desgastados
y van pesando los años
y es tarde para empezar
y se cortan las palabras
de repente, sin pensarlo,
el poema queda a medias
no se vuelve a retomar…
Y de repente las letras
que salen de mis entrañas
igual que se han ido, vienen,
y me vuelven a calmar…
El día ya ha amanecido
y otra noche no he dormido,
el amor me roba el sueño
y me ayuda a despertar,
los pensamientos se marchan
y miro tras la ventana
y con un café en la mano
me levantó y vuelvo a andar;
es la vida, son los días,
aún cansados y con dudas
tenemos que caminar
pues no hay regalo más bello
que, otro día, despertar…