El ocaso del otoño
vislumbra tras los cristales
atardeceres perdidos
y, a lo lejos, tempestades;
no hay paz para los descalzos,
ni paraguas que los salve,
la vida se viene, dura,
pisando fuerte la calle;
revoluciones perdidas,
conformismos, malos planes,
agachadas las cabezas,
no queda ni el despertarse…
Yo miró el mundo perdido
derrumbado, sin escape,
y en silencio me preguntó
si acaso puedes salvarme;
tu alzas tu pluma y me gritas:
¡A por ellos, imparables!
Y me despiertan del sueño
las nubes, tras los cristales.
Procesando…
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Buenos versos
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Muchas gracias 😊
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He tenido que leerlo, más de una vez, lo hago con todo lo que me hechiza, me gusta la delicada combinación de fuerza y sensibilidad, Enhorabuena.
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Mil gracias por tus palabras, siempre es un alago para quien escribe leer comentarios como el tuyo y saber que tu poesía llega, jeje. Un saludo!
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